Coloca tres hojas de lechuga, un poquito de agua y un tomate bastante maduro en un mortero y tritura todo muy bien hasta obtener una pasta homogénea, o utiliza un procesador...
Coloca esta pasta en el rostro limpio durante 15 a 20 minutos...
Transcurrido el tiempo, retira la mascarilla con abundante agua fresca y listo. Hacer esto semanalmente le da una sensación de respiro al cutis y lo mantiene libre de toxinas.