Mantener un buen orden. Es básico, necesario y muy recomendable tener todo en orden.
De esta forma usaremos menos tiempo en buscar cosas y en guardarlas. La productividad aumenta de muchas formas manteniendo el orden en la oficina.
Personalizar el espacio de trabajo. Decorar con algunas fotos personales, colores que nos agraden y adornos que nos gusten es muy buena idea.
Si hacemos que todos nos sintamos cómodos en la oficina la productividad aumentará. La idea es sencilla, en un ambiente cómo y relajante una persona trabaja mejor.
Dejar pasar la luz y usar colores la reflejen. Trabajar a oscuras es inviable. Debemos ser capaces de ver bien en toda la oficina para realizar nuestro trabajo eficazmente.
Aseguremos el buen paso de la luz natural, la iluminación de todos los espacios de trabajo y usemos colores que faciliten la visión de los objetos. De esta forma no nos agotaremos rápido.
Permitir la decoración. Todos los trabajadores deben poder decorar su espacio a su gusto.
Está demostrado que una oficina decorada es más productiva. Debemos considerar decorados globales como plantas, cuadros y adornos de temporada (como los de Navidad o fiestas a lo largo del año).