Primero que nada aclarar que cada máquina de café es distinta, aun que el proceso es igual en todas.
Lo primero que vamos a hacer es pone café molido en el mango / filtro de la cafetera (siempre molido, si tenes café en grano deberás que molerlo primero, se puede moler en una procesadora estilo minipimer perfectamente, aun que los expertos dicen que el café debe molerse con un moledor de cafe para que no pierda sabor)
Con la cafetera viene una herramienta para aplastar el café (si no la tenemos buscamos algo para aplastarlo como se ve en la foto) hasta que quede lleno y con la mayor cantidad de café posible.
Una vez puesto el café molido en el filtro, vamos a colocar el mango en la cafetera y a activarla, en mi caso esto se hace girando la rueda hasta la posición "Café" (tiene dos posiciones, la otra es para tirar presión de aire y calentar la leche)
Cuando veamos que el agua que cae en la taza deja de ser color café, apagamos la cafeterá y listo, ya tenemos nuestro café espresso hecho como un profesional.
Hay que tener en cuenta que la medida de café nunca llena una taza grande, las medidas son para la taza de café estándar que nos sirven en cualquier cafeteria, es por eso que si llenas una taza grande el café te quedará aguado.
Si queremos ponerle leche a nuestro café espresso simplemente vamos a poner la leche fria en una taza distinta y vamos a nuestra cafetera espresso, activamos la opción "Aire caliente" para que salga aire caliente a determinada presion, ponemos la taza en la salida del aire (el tubo debe quedar dentro de la leche) y listo. Ya tenemos leche caliente para nuestro café y si lo hiciste bien tendrá espuma.
Una combinación deliciosa es ponerle crema de leche batida (crema chantilly) al café espresso, si nunca lo hiciste te recomiendo que lo pruebes.