Ir al gimnasio debe de ser un hábito para conseguir continuidad y, eventualmente, empezar a ver los resultados del entrenamiento.
Por ello, debemos elegir un gimnasio que reuna las condiciones adecuadas. Una de ellas es que se encuentre cerca de casa, del centro de estudio o del trabajo. Así será fácil encontrar tiempo para ir a hacer ejercicio.
Es adecuado que los horarios del gimnasio sean flexibles. Es decir, que se pueda ir de mañanas o tardes.
De otra forma, podría ser complicado sacar tiempo para ejercitarnos.
Por lo general, podemos ver las instalaciones antes de comprometernos y en ocasiones probar un día el gimnasio.
Al empezar es habitual contar con los servicios de un monitor que nos dará indicaciones sobre cómo iniciarnos en los ejercicios.
El primer día debemos consultar los pesos y máquinas que debemos usar y no olvidemos llevar ropa cómoda.
La ropa debe ser suelta o especial para hacer ejercicio. Es importante no excedernos los primeros días en los ejercicios ya que nuestro cuerpo necesita acostumbrarse a la actividad física.
Los ejercicios cardiovasculares (cinta, bicicleta, etc) son ideales para calentar y enfriar. Debemos realizarlos al empezar la rutina y al finalizar, además de estirar.
Hay algunos consejos que debemos tener en mente:
Con estos simples consejos podremos empezar a ejercitarnos habitualmente en un gimnasio y poco a poco veremos los resultados.