Si tenemos un perro energético y muy activo debemos ayudarle a usar parte de la energía que tiene haciendo ejercicio.
Lo más fácil es jugar con nuestro perro unas horas cada día, al menos un par de horas diarias.
Uno de los clásicos es jugar a tirar la pelota al perro.
Lo que debemos hacer es enseñarle a devolvernos la bola cada vez que la atrape. Esto lo podemos conseguir usando galletas para perros u otro bocadito.
La idea es simple: nuestro perro corre tras la pelota y nos la trae. Apenas tenemos que movernos durante este juego.
Otro juego común es el frissbee. Lanzando este disco nuestro perro aprenderá a cogerlo en el aire y se divertirá en gran medida.
Una vez más, debemos enseñarle que nos devuelva el frisbee tras cada lanzamiento.
Los perros tienden a capturar los objetos que lancemos, debemos aprovechar esto para poder jugar con ellos fácilmente.
A veces es posible incentivar a nuestro perro a correr en círculos o a saltar a nuestro alrededor. Con palabras y gestos de ánimo podemos conseguir que nuestro perro descargue mucha energía en pocos minutos de esta forma.
Y no olvidemos divertirnos siempre.