Reflexione cada dÃa sobre los temas que le provocan siempre la misma discusión, apuntalo en un papel con aquello que en verdad se piensa, pero de la forma más racional posible.
Cuando se sabe que se actuará de modo impulsivo, debe hacer el esfuerzo de no intervenir en la discusión. Tome distancia de la situación. Será lo mejor.
Acumular emociones, en especial el enojo, hace que se pierda la paciencia hasta con lo más simple. Descargue su furia para encarar las problemáticas en el momento, de un modo maduro y sin dejarse llevar por el desenfreno verbal. Concientice la situación.