Cuando se termina una pareja y no hay vuelta atrás, lo ideal es entenderlo. Pero no todas las personas pueden aceptarlo, y por eso se suscitan peleas. Un analista o psicólogo puede ayudar a que el proceso se desarrolle con mas tranquilidad para cada una de las partes.
La división de bienes equitativa es fundamental para no generar asperezas. Tener en cuenta que lo material es siempre pasajero.
Cuando hay hijos de por medio, es conveniente pensar en ellos, y lo que sufren por esta situación. Su bienestar será la principal causa por la que se debe actuar correctamente y sin peleas.
Tener en cuenta que cuanto más rápido se termine el conflicto, mejor van a estar las dos partes. Pensar en esto ayuda a intentar finalizar lo mejor posible el trámite.