En principio, la superficie debe estar totalmente libre de polvo, tanto las partes abiertas como los rincones. Se podrá utilizar un escobillón o escoba común.
Utilizar una esponja y detergente diluido en agua para lavar las manchas más difÃciles que pueda tener. Si no alcanza con esto, se deberá utilizar un cepillo para quitarlas.
Si la superficie del techo presenta grietas, se deberán tapar utilizando algún tipo de enduÃdo como en una pared.
la pintura vieja también debe ser retirada con una lija o espátula, según el caso, para permitir una adherencia perfecta de la pintura nueva.