Se sorprenderá de lo fácil que esto resulta. Sólo necesita de la botella que desee transformar (En mi caso es una botella de cerveza), alcohol absoluto, hilo de tejer y un balde con agua...
Corte un tramo de hilo lo suficientemente largo como para atarlo alrededor de la botella con un par de vueltas, e introduzcalo en el alcohol absoluto para que se empape por un par de minutos, bien empapado porque se evapora muy rápido...
Ate rápidamente el cordón alrededor de la botella por donde la desea cortar. Atelo bien y firme, y hágalo con un par de vueltas, y enciendalo con ayuda de un fósforo o un encendedor... Deje que el fuego se consuma totalmente...
Justo al apagarse el cordón, tome la botella por el pico e introduzcala inmediatamente en el balde con agua. El agua tiene que ser suficiente para cubrir la parte del cordón quemado. El choque térmico producirá el corte instantáneo del vidrio...
Enseguida saque la botella y dele un toquesito y verá cómo se separa en dos partes...
Ahora sólo es cuestión de embellecerla según lo que desee de ella: quite los restos de etiquetas, pula un poco los bordes, y listo, puede darle uso bien como vaso, florero o lo que a usted se le ocurra. Ponga a volar su imaginación.