Lo primero es mantenerse relajado para no cometer errores que pueden llevar a un accidente doméstico. Si no hay luz en casa debemos movernos con cuidado por la casa para no chocar con objetos o tropezarnos.
Lo ideal es tener una linterna o vela a mano. En caso de que haya una cerca nos dirigimos a donde esté para usarla.
Si no tenemos alguna forma de iluminar la casa no se recomienda intentar resolver el problema, pues podríamos tocar algo que no debemos.
Si contamos con luz, nos dirijimos al cuadro del diferencial. Es decir, vamos donde se encuentra la caja que contiene los fusibles o el interruptor principal del domicilio.
Si se ha bajado el interruptor, lo subimos. Esto puede haber sucedido por una subida de tensión o por tener demasiados aparatos conectados en casa.
Si el interruptor no devuelve la luz o debemos cambiar los fusibles entonces puede que necesitemos la ayuda de un experto.
No debemos manipular estos aparatos si no sabemos lo que hacemos, pues puede resultar peligroso.