Coloque dos claras de huevos en un recipiente de cristal o en el recipiente donde conservará el champú, aunque lo ideal es que lo use una vez preparado.
Agregue a las claras de huevo una cucharada del aceite de su preferencia: Oliva, almendras, etc. Esto para cabello seco. Si su cabello es graso puede obviar este paso o agregar sólo media cucharada.
En caso de que su cabello sea graso y prefiera no agregar el aceite, agregue entonces el jugo de un limón mediano.
Y si su cabello es mixto, o simplemente quiere mayor efectividad en su champú, agregue tanto la cucharada de aceite como el jugo del limón.
Por último, mezcle vigorosamente y aplique con el cabello previamente mojado, masajeando el cuero cabelludo un par de minutos, aclare con abundante agua (Preferiblemente tibia) y repita la operación. Use esto una vez por semana o cada 15 dÃas, su cabello lo agradecerá...