Los vinos pueden durar varios años, pero los espumosos debemos consumirlos en algunos meses.
Conservarlos en un ambiente oscuro, ya que los rayos ultravioletas aceleran su maduración.
La temperatura correcta debe oscilar entre los 11° y los 14° grados. Nunca por debajo de 10° ni por sobre los 21°.
El vino tampoco acepta cambios bruscos de temperatura. Es necesario enfriarlos progresivamente y nunca agregarles hielo para no echar a perder sus propiedades.
Es conveniente que el lugar elegido tenga humedad para que el corcho no se reseque.
Siempre se recomienda conservar el vino en posición horizontal para que el corcho se mantenga húmedo y no se reseque. Un corcho reseco puede permitir filtraciones de aire que contaminarán el vino.
Si se abre una botella, debe consumirse como máximo dentro de los 5 dÃas y estar muy bien tapado para que no pierda sus cualidades.